Quironsalud, Vithas-Nisa, HM, HLA y Hospiten suman 3.900 millones de facturación, dos tercios de un mercado al alza mientras decae el sistema público.
Los ingresos han subido tanto por los fondos públicos dedicados a privatizaciones y conciertos como por el crecimiento de los seguros privados de salud.
El auge del negocio ha hecho que gigantes como Fresenius, BUPA y Centene controlen contratistas que gestionan centros adscritos a la red pública.