In the spring of 2020, the Idaho legislature passed a bill that effectively precludes transgender girls and women (from kindergarten through college) from joining female athletic teams. Idaho Governor Bradley Little signed the Fairness in Women’s Sports Act into law in late March 2020.1
The law’s title suggests that it should be understood as an effort to ex-pand “fairness.” The presumptive beneficiaries are cisgender (i.e., nontransgender) girls and women on school athletic teams who, the law suggests, should not have to compete against transgender girls and women.
Protecting fairness for cis-gender females cannot, however, serve as a pretext for excluding transgender athletes from sports teams, especially if fair accom-modations can be crafted.
No one disputes the urgent need for safe and effective COVID-19 vaccines. But confidentiality within the processes of vaccine development is also essential. Ensuring rapid availability of COVID-19 vaccines will depend on rigorous evidence of their safety and efficacy.1T
As effective vaccines and preventive medications become available for COVID-19, demand is likely to outstrip supply, so we need to develop a strategy to prioritise their use to ensure maximum public health and societal benefits.
Slovakia plans to be the first country to test its whole population for SARS-CoV-2, but experts warn of logistical and technical challenges. Ed Holt reports from Bratislava.
Slovakia has begun a massive opera-tion to test its entire adult population for SARS-CoV-2 in a bid to halt what its government has said is an alarming acceleration of the spread of the virus in the country.
In a series of lectures and essays in the 1970s and early 1980s, Michel Foucault (who died in 1984) argued that the discipline of public health emerged with the birth of capitalism in the 18th century. The body came to be understood as an instrument of economic production, of labour power, and so became a subject of significant political interest.
The COVID-19 pandemic has not only revealed major health disparities in people of colour, in line with pre-vious research findings,1,2 but also highlighted the often overlooked impact of racial trauma on health-care workers. Racial trauma is emerging as a chief complaint among health-care practitioners dealing with the COVID-19 pandemic, underscoring the importance of acknowledging these invisible wounds in the clinical setting.
Los intereses de la ciencia, la tecnología y la sociedad no deben prevalecer sobre los del individuo. Asegurar este principio es una de las tareas de los comités de ética de la investigación (CEI), unos órganos colegiados interdisciplinarios establecidos por la ley que analizan la validez científica de las investigaciones y su valor social, y que ponderan los derechos e intereses en juego. En los últimos años se ha visto como la labor de los CEI se ampliaba: ya no solo evalúan ensayos clínicos con medicamentos y productos sanitarios, sino que también analizan proyectos en los que se aplican tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, los datos masivos, la biometría o la realidad virtual, entre otras.
En este contexto, el Grupo de Opinión del Observatorio de Bioética y Derecho - Cátedra UNESCO de Bioética de la Universidad de Barcelona (OBD) ha publicado el documento Pautas para evaluar proyectos de investigación e innovación en salud que utilicen tecnologías emergentes y datos personales, donde se tratan los retos, las cuestiones no resueltas y los problemas que suscitan los proyectos de investigación e innovación en salud.
En una primera parte, el documento analiza la situación actual y se centra principalmente en el uso de los datos personales. La situación de pandemia ha planteado varios retos éticos, por ejemplo en relación con el desarrollo de aplicaciones que piden datos personales e incorporan la geolocalización. También plantean este tipo de retos los proyectos que desarrollan sistemas de predicción de la COVID-19 basados en la programación de algoritmos que se nutren de diferentes conjuntos de datos personales almacenados en historias clínicas y en otras bases de datos
El documento recuerda que este modelo altruista y solidario, que conlleva cierta cesión de información personal, «debe revertir en tratamientos e intervenciones para el titular de los datos o para los pacientes y las generaciones futuras». También puede implicar el aumento de conocimiento sin un beneficio directo, señalan los investigadores. Sin embargo, esta cesión «no puede suponer que determinados conjuntos de datos personales estén al alcance de cualquiera, en particular los datos de salud», remarcan. Conviene recordar que el acceso a datos personales con fines asistenciales y de investigación incluye el deber de secreto del profesional sanitario para mantener la confidencialidad de la información.
«Ya no es posible garantizar el anonimato»
«Hemos pasado de ser anónimos a ser reidentificables»: esta es una de las principales consideraciones que aparecen en la tercera parte del documento, donde se analizan los aspectos a tener en cuenta para una adecuada protección de las personas. Entre otros, se señala el hecho de que los actuales CEI «carecen de la composición adecuada y de las capacidades necesarias para evaluar los proyectos de investigación e innovación» que se plantean en el documento.
En la parte final, los investigadores del OBD hacen recomendaciones dirigidas a los CEI sobre los proyectos de investigación e innovación en salud que utilizan datos personales, así como sobre la necesidad de integrar perfiles expertos en tecnologías emergentes. También presenta recomendaciones dirigidas a los centros de investigación e innovación para que doten correctamente estos comités y aseguren su independencia, y para que incluyan la figura del delegado de protección de datos.
La publicación alerta a los legisladores sobre la necesidad de desarrollar una normativa para los CEI, y que se incorpore de forma «real y cuantificable» la investigación e innovación responsable (RRI) impulsada por Europa.
El documento Pautas para evaluar proyectos de investigación e innovación en salud que utilicen tecnologías emergentes y datos personales ha sido coordinado por la subdirectora del OBD y profesora del Departamento de Medicina, Itziar de Lecuona. Tiene versión en catalán, castellano e inglés.
El día 24 de noviembre de 2020 se celebra, en formato virtual, la Ponencia "Cambios en los procedimientos de los CEI", dentro de las VIII Jornadas de Aspectos Éticos de Investigación Biomédica, organizadas por el Comité de Ética de Investigación del Instituto de Salud Carlos III.
La Dra. Itziar de Lecuona, subdirectora del Observatorio de Bioética y Derecho (OBD), profesora del Máster en Bioética y Derecho y del Departamento de Medicina de la UB, imparte esta ponencia que forma parte de la Mesa "Fortalezas y debilidades en el tiempo de la pandemia de Covid-19".
El día 19 de octubre de 2020 se celebra, en formato virtual, el Foro "Bioética y Derechos Humanos, a 15 años de la Declaración Universal" organizado por la Comisión Nacional de Bioética de México.
La Dra. María Casado, directora del Observatorio de Bioética y Derecho (OBD), del Máster en Bioética y Derecho y titular de la Cátedra UNESCO de Bioética de la UB, participa en la Mesa de debate "Equidad en la atención a la salud para grupos vulnerables".
The equity of his nation’s health services provision is a core mission for ear, nose, and throat (ENT) surgeon Kelvin Kong, Associate Professor at the University of New South Wales (UNSW), Sydney, and the University of Newcastle in eastern Australia. “As an Indigenous Australian, I feel obligated to strive to ensure that access to quality health care is available to all Australian citizens”, he says.