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El programa del Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona fue la respuesta a esta búsqueda. En primer lugar, porque pude comprender que la bioética realmente es un puente entre la ciencia y lo humano y que el razonamiento jurídico puede contribuir mucho en la construcción de ese puente.
En segundo lugar, porque la plataforma en la que se soporta el Máster en Bioética y Derecho, es decir, el formato de enseñanza en línea, hizo posible que cursara y concluyera exitosamente el programa, sin comprometer a calidez de la cercanía humana. Mucho de lo que recibí del Máster, lecturas, asesoría, vínculos con profesores del Máster y vínculos con compañeros, me han permitido tener una visión más amplia, una visión global de la Bioética y de los retos que como sociedad tenemos ante estos temas tan complejos, que apenas se han comenzado a ventilar en mi país.
El gran vacío existente en mi formación académica respecto a la manera de hacer ciencia y la forma de abordar los retos de la Ciencia y la Tecnología actual, así como la necesidad de familiarizarme con las implicaciones éticas y legales que el gran cambio social producido en los últimos 40 años implicaba, fueron los motivos fundamentales que me llevaron a cursar este Máster. Ahora, 12 años después, debo señalar que el enriquecimiento personal que ha supuesto cursar este Máster, las herramientas que me ha proporcionado para la reflexión y la defensa de mis propias ideas, ha trascendido mucho más de lo que suponía mi labor profesional como investigadora y formadora de médicos.
Y aunque durante los primeros años, no resultó nada fácil defender algunas ideas propias de una sociedad pluralista ante mis alumnos, mis compañeros e incluso autoridades universitarias, sin duda esto ayudó a abrir el debate y a descubrir compañeros de otras disciplinas, hasta entonces ignorados, con los cuales poder compartir mis inquietudes y aunar esfuerzos.
Una de las cualidades que me gustaría destacar de este Máster es, sin duda, el tipo de Bioética Global que en él se predica y con la cual me identifico. Me refiero a la bioética acorde con las ideas de W.R. Potter (1911-2001) dentro del marco de los Derechos Humanos. Bajo mi punto de vista, uno de los problemas inherentes a la bioética es, que en su nombre, se pueden defender ideas muy diferentes.
La multidisciplinaridad e interdisciplinaridad de esta bioética exige el esfuerzo de salir de nuestro propio campo para ampliar conocimiento, algo que siempre es enriquecedor y ayuda en la toma de decisiones.
Los documentos a disposición de los alumnos del Máster, elaborados por expertos en las materias, me parecieron sumamente claros y variados, aunque tengo que reconocer que esta valoración se acrecentó una vez finalizado el Máster.
Las clases presenciales me parecieron interesantes y enriquecedoras, y me hubiera gustado mucho haber asistido a más.
El foro de discusión puso a prueba mis conocimientos e ideas y por eso lo considero extremadamente interesante. La posibilidad de participar desde los diferentes lugares y latitudes amplía nuestra mirada.
Como resumen, decir que al completar el Máster he cubierto una parte pendiente en mi formación como persona y como universitaria y por esto lo recomiendo particularmente a todos aquellos que se dedican a la docencia y a la investigación en el campo de las ciencias de la salud.
Rápidamente, me familiaricé con la formidable metodología del MBD y su portento de recursos destinados a contribuir en nuestra rigurosa formación de cuarto nivel. Me propuse lograr algo grande y lo logré, gracias a las enseñanzas y contacto personal con el equipo docente que me permitió alcanzar los objetivos formativos en filosofía moral, bioética y derecho.
La fase presencial del Máster es una de las experiencias formativas más relevantes y hermosas que hemos compartido todos: profesores y alumnos. Sesión tras sesión, palpitando con la modernidad del estado del arte en bioética y sus dilemas. Pedagogía magistral, trabajo académico singular y altamente creativo. Este desafío se traduce en grandes realizaciones profesionales que aporta en la construcción ineludible de una nueva sociedad, de un nuevo país. Valió la pena.
En primer lugar, por el hecho de que me aportó una visión amplia de la bioética, que iba más allá del mundo sanitario de donde yo provenía, aportándome también conocimientos a nivel biológico y ecológico, siempre desde la complementariedad de las perspectivas jurídicas y humanísticas.
En segundo lugar, por la interdisciplinariedad aportada por sus profesores, vinculados a diferentes facultades, universidades e instituciones.
En tercer lugar, por la calidez del trato de la Dra. Casado y de su equipo, que te hacían sentir como un miembro más del grupo y que han sabido mantener el contacto informándonos de múltiples actividades que se realizan desde el Observatorio de Bioética y Derecho, y de todas las publicaciones que son referencia obligada en el ámbito en el ámbito de la Bioética.
Finalmente, el hecho de coincidir con profesionales de otras disciplinas como la de Derecho, la Sociología, la Antropología o la Filosofía de aquí como de otros países fue muy positivo para mi formación en el Máster.
Por otra parte, es necesario resaltar la amplitud temática del programa de estudios del Máster, el cual recorre el extenso campo de estudio e investigación de esta aún joven disciplina llamada bioética, cruzada por los valores y principios del derecho internacional de los DDHH.
En suma, ser egresado en el Máster me reportó, por un lado, afianzar y ensanchar mis convicciones y valores culturales; y, por otra parte, profundizar con rigor científico mi formación académica, constituyendo una valiosa carta de presentación en mí actuar profesional.
Por todo ello, para Uds., abrazos de agradecimiento.