Cátedra UNESCO de Bioética

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Opiniones de alumnos y alumnas del Máster en Bioética y Derecho

  • Opinión de Sara Llop

    Trabajadora social
     
    A finales de los 90, se creó en nuestra empresa una Comisión Promotora de Bioética con dos objetivos:

    - La formación de profesionales en la disciplina de bioética.

    La consiguiente creación de un Comité de Ética Asistencial (CEA) en los diferentes centros que estaba gestionando la empresa.

    Desde la Comisión Promotora se nos invitó a hacer formación en Bioética, indispensable para el cometido que supondría ser miembro de un CEA, tener los conocimientos necesarios para saber abordar, razonar, meditar, expresar opiniones sobre conflictos bioéticos.

    Entre los años 2000-2002, tuve el placer de realizar el Máster en Bioética y Derecho que dirigía el Observatorio de Bioética y Derecho.

    Soy trabajadora social y realizar este Máster ha sido muy importante en mi carrera profesional. Por un lado, he consolidado el reconocimiento del perfil del trabajo social como miembro del equipo asistencial; por otro lado, he adquirido conocimientos sobre cuestiones de salud y medicina, propias del ámbito donde estoy trabajando e indispensables para llevar a cabo mi trabajo en un centro sanitario.

    A nivel personal, me ha permitido conocer y reflexionar sobre temas que me afectan como ciudadana y que exigen un compromiso con mis conciudadanos, tanto a nivel de derechos como deberes.

    Dar las gracias a todo el equipo de profesionales que lleva a cabo este Máster por su profesionalidad e implicación en mejorar las instituciones sanitarias, porque la Bioética es un valor añadido a nuestro trabajo diario con personas que ponen en nuestras manos su salud y su vida, pero también su historia de vida.
     
  • Opinión de Victoria Martorell

    Subdirectora Gestión Clínica y responsable del área de negocio del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo
     
    Es la segunda vez que me preguntan cuáles son los aspectos que más he valorado a lo largo de los años de los aprendizajes adquiridos durante los dos años del Máster en Bioética y Derecho.

    Como la primera vez no puede contestar suficientemente bien, porque me olvidé del último punto, que para mí tenía una importancia primordial, esta vez empiezo por el final y así me aseguro de no volverme a olvidar.

    Creo que es fundamental para el Máster su voluntad de buscar respuestas, en el marco laico, amparándose en el derecho y la moral para encontrar soluciones en nuestros retos como sociedad. Este planteamiento, que podríamos decir es denominador social común, deja a la vertiente individual los aspectos religiosos que cada persona quiera autoimponerse, siempre me ha parecido sencillo y al tiempo terriblemente contundente.

    El espacio común de organización social es neutro, siendo las visiones individuales las que pueden autoimponerse modelos religiosos. De hecho, si uno tiene en cuenta los veinte años transcurridos desde el inicio del Máster y la evolución cada vez más dificultosa de la convivencia en las sociedades occidentales por malentendidos pretendidamente religiosos, que quieren ser aplicados a otros con coacción, hay que considerar que el enfoque de la Dra. María Casado no solo fue novedoso sino totalmente visionario. A mi entender es el único enfoque que puede permitir la convivencia positiva de sociedades multiculturales y multireligiosas. Hace falta pues, en mi opinión, hacer un reconocimiento especial al Máster y a su directora, por su contribución al que indudablemente es la única alternativa de futuro para generar sociedades plurales, ricas y harmoniosas.

    Dicho todo esto que para mí era un tema del marco general pero de capital importancia, paso a explicar aquellos aspectos que de bien seguro no podría haber adquirido sin este Máster.

    Recuerdo la percepción de privilegio, privilegio por la calidad de los profesores y privilegio por el tiempo protegido que durante dos años, martes y jueves, pude disfrutar para aprender y reflexionar.

    El rigor antes de emitir ningún juicio, ninguna opinión, ningún posicionamiento… la necesidad primaria de reunir la mejor información disponible sobre el tema a tratar y esforzarse para entenderlo. Utilizar el método para huir del prejuicio.

    Otro aprendizaje pionero que me ofrecieron mis maestros fue la necesidad de separar las emociones propias de razonamiento lógico y racional. No siempre es fácil, ni siempre se consigue, pero constituye uno de los pilares básicos del ser racional.

    Ligado a lo anterior, y seguramente el aprendizaje más valioso es el identificar los propios miedos cuando estos interfieren en el raciocinio del pensamiento. Estoy en lo cierto de que no siempre soy capaz de vencerlas y que más veces de las que me querría forman parte de mis posicionamientos pero al menos he aprendido a identificarlos y a menudo a ser capaz de admitirlas.

    Por último, aprendí a tener esperanza, a pesar de que tanto a nivel social como personal, uno tiene la percepción de que en los últimos años no han estado precisamente tiempos de un pensamiento de calidad, creo firmemente que si nos esforzamos en pesar mejor estaremos más cerca de actuar mejor.

  • Opinión de Andrea Moreno

    Directora de la revista Metropolitan
     
    Haber tenido la oportunidad de cursar el Máster en Bioética y Derecho me beneficio en muchas maneras. Aparte de las más obvias a nivel académico, me enriqueció de manera personal en niveles inesperados, ya que tuve la oportunidad de conocer a grandes profesionales de diferentes ámbitos y de distintas partes del mundo.

    En el nivel académico, las expectativas fueron superadas con gran satisfacción ya que el equipo del Máster y el profesorado son de los mejores en su ámbito, así que es un lujo poder estudiar y aprender de ellos.

    Aunque la modalidad sea más que todo a distancia, los tutores y la interacción con los compañeros hace imposible quedarse atrás con el ritmo del Máster. Los que tenemos la suerte de poder acudir a las sesiones presenciales, sabemos que lo aprendido en esas sesiones intensivas no tiene precio ya que es una oportunidad única.

    Para las personas que se quieran dedicar o que necesitan esta especialización, deben saber que este Máster no solo ofrece los conocimientos y las herramientas necesarias, sino que además abre nuevas oportunidades y contactos que antes parecían inaccesibles.
     
  • Opinión de Mina Piekarewicz Sigal

    Miembro del Colegio de Bioética A.C., México
     
    El Máster en Bioética y Derecho (MDB) ofreció a una socióloga ―aparentemente distante del universo de la ciencia y las biotecnologías― la posibilidad de observar, analizar y comprender el mundo complejo en el que vivimos, y encontrar soluciones viables desde una perspectiva integral, ajena tanto a dogmas como a la superespecialización médica, filosófica o jurídica, y acorde con los valores de nuestro tiempo.

    El Máster se imparte a través de unidades articuladas entre sí, compuestas por lecturas, debates, ejemplo de casos, contraste de opiniones con docentes del más alto nivel y con una gran diversidad de compañeros y colegas ―médicos de UTIs, enfermeras, filósofos, juristas, sociólogas, pediatras― un microcosmos en sí mismo.

    En tanto que conjugación de saberes, la bioética permite la comprensión del desarrollo histórico, social, biológico de los seres vivos y de nuestro entorno, desde la evolución de la estructura neurofisiológica necesaria para el surgimiento de la conciencia y del lenguaje que distinguen a los humanos de otras especies, las leyes que rigen la organización de nuestras sociedades y la intervención de poderes fácticos que producen y reproducen las bases de la desigualdad y la injusticia, las oportunidades y los riesgos que ofrecen el acelerado desarrollo de la ciencia y de las biotecnologías, la urgencia del apego a los principios de los Derechos Humanos que constituyen, acaso, la única barrera contra la destrucción y la autodestrucción.

    El MDB nos permite edificar nuestro entendimiento sobre bases sólidas, científicas y racionales; desechar dogmas y mitos; dotarnos de herramientas teóricas y prácticas para construir un puente al futuro que asegure la supervivencia de la humanidad y del planeta mismo ―esto es, responder a la convocatoria del científico y humanista Van Raessenlander Potter, creador del concepto bioética―.

    Pese a lo avanzado en este campo, resta difundir la bioética en materias cotidianas: el inicio y el fin de la vida, los trasplantes, las epidemias, la investigación en seres humanos, la regulación de la medicina y el uso de las biotecnologías, el cuidado de la ecología, la Declaración sobre Bioética y Derechos humanos ―y otras tantas temáticas que individuos y sociedades conocen de cerca y en cuya normatividad y debate han de participar por cuanto todo ello afecta la vida, nuestras vidas―.

    Por último, la bioética nos convoca a mantenernos alerta ante la inmensa creatividad de los humanos, que ―lamentablemente― marcha a la par de nuestras pulsiones destructivas.
     
  • Opinión de Danielle Soler Lopes de Lima

    Médica especialista en Medicina Interna y Medicina Paliativa, Brasil
     
    El Máster en Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona abrió una puerta hacia una realidad que desconocía. Tuve que cambiar mi visión personal a respecto de mi papel en la sociedad.

    He conocido profesores involucrados con temas de la evolución del ser humano en todos los universos: ingeniería, farmacia, derecho, medicina y estos maestros son apasionados por su lucha, ¡de una forma que contagia!

    La Universidad le da todo lo que necesita para el aprendizaje: tutores con cualificación máxima, material, acceso al banco de datos de la web, biblioteca y tú tienes que hacer tu parte para obtener el aprendizaje necesario.

    Al volver para mi país he traído ideas de como replicar lo que he visto en Barcelona y en poco tiempo logré la autorización de mi hospital para hacernos el primer comité de Bioética asistencial de mi provincia y ya estamos en fase de aprendizaje, ya con 8 meses de evolución.

    Además de esto, el tema de mi tesina es hoy una herramienta de mucha valía para enseñar mis compañeros de trabajo sobre el tema de la autonomía en pacientes en condiciones de fines de vida.
     

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