Es más que probable que las 400 bombas de guiado láser (GBU PAveway II) que el Gobierno español quiere exportar a Arabia Saudí acaben cometiendo crímenes de guerra. Lo sabe la ministra de Defensa, cualquier experto en seguridad y conflictos y, por supuesto, el ministro de Asuntos Exteriores Josep Borrell.