El gran vacío existente en mi formación académica respecto a la manera de hacer ciencia y la forma de abordar los retos de la Ciencia y la Tecnología actual, así como la necesidad de familiarizarme con las implicaciones éticas y legales que el gran cambio social producido en los últimos 40 años implicaba, fueron los motivos fundamentales que me llevaron a cursar este Máster. Ahora, 12 años después, debo señalar que el enriquecimiento personal que ha supuesto cursar este Máster, las herramientas que me ha proporcionado para la reflexión y la defensa de mis propias ideas, ha trascendido mucho más de lo que suponía mi labor profesional como investigadora y formadora de médicos.
Y aunque durante los primeros años, no resultó nada fácil defender algunas ideas propias de una sociedad pluralista ante mis alumnos, mis compañeros e incluso autoridades universitarias, sin duda esto ayudó a abrir el debate y a descubrir compañeros de otras disciplinas, hasta entonces ignorados, con los cuales poder compartir mis inquietudes y aunar esfuerzos.
Una de las cualidades que me gustaría destacar de este Máster es, sin duda, el tipo de Bioética Global que en él se predica y con la cual me identifico. Me refiero a la bioética acorde con las ideas de W.R. Potter (1911-2001) dentro del marco de los Derechos Humanos. Bajo mi punto de vista, uno de los problemas inherentes a la bioética es, que en su nombre, se pueden defender ideas muy diferentes.
La multidisciplinaridad e interdisciplinaridad de esta bioética exige el esfuerzo de salir de nuestro propio campo para ampliar conocimiento, algo que siempre es enriquecedor y ayuda en la toma de decisiones.
Los documentos a disposición de los alumnos del Máster, elaborados por expertos en las materias, me parecieron sumamente claros y variados, aunque tengo que reconocer que esta valoración se acrecentó una vez finalizado el Máster.
Las clases presenciales me parecieron interesantes y enriquecedoras, y me hubiera gustado mucho haber asistido a más.
El foro de discusión puso a prueba mis conocimientos e ideas y por eso lo considero extremadamente interesante. La posibilidad de participar desde los diferentes lugares y latitudes amplía nuestra mirada.
Como resumen, decir que al completar el Máster he cubierto una parte pendiente en mi formación como persona y como universitaria y por esto lo recomiendo particularmente a todos aquellos que se dedican a la docencia y a la investigación en el campo de las ciencias de la salud.