Rápidamente, me familiaricé con la formidable metodología del MBD y su portento de recursos destinados a contribuir en nuestra rigurosa formación de cuarto nivel. Me propuse lograr algo grande y lo logré, gracias a las enseñanzas y contacto personal con el equipo docente que me permitió alcanzar los objetivos formativos en filosofía moral, bioética y derecho.
La fase presencial del Máster es una de las experiencias formativas más relevantes y hermosas que hemos compartido todos: profesores y alumnos. Sesión tras sesión, palpitando con la modernidad del estado del arte en bioética y sus dilemas. Pedagogía magistral, trabajo académico singular y altamente creativo. Este desafío se traduce en grandes realizaciones profesionales que aporta en la construcción ineludible de una nueva sociedad, de un nuevo país. Valió la pena.