Imagine solo por un instante que un soldado pudiera cambiar a voluntad el color y el diseño de su uniforme de camuflaje, y pasar del arbolado verde propio de las operaciones en la jungla al tono tierra, más apropiado para pasar inadvertido en un desierto. O piense en un simple empleado de oficina que pudiera hacer lo mismo con su corbata, o con su camisa, o con sus pantalones. ¿Hay alguien en la boda con el mismo vestido que usted? No hay problema. Cambie el suyo a un color diferente y en un simple abrir y cerrar de ojos.