Para un ciudadano europeo es sencillo detectar la propaganda vertida por Sputnik. Es más difícil, pero también más necesario, aproximarse con el mismo espíritu a los medios más serios, más cercanos y más afines a la propia ideología.
Artículo de Pablo Scotto, profesor lector de Filosofía del Derecho de la Universidad de Barcelona y miembro del Grupo de Investigación Consolidado "Bioética, Derecho y Sociedad" de la Generalitat de Catalunya.