Una investigación revela que una ‘start-up' de biotecnología de EEUU ofrece a sus clientes la posibilidad de identificar y elegir a los embriones con el cociente intelectual más alto, una práctica que vulnera todos los límites éticos y legales.
Incluye declaraciones de la Dra. Gemma Marfany, miembro del Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona.