Estados Unidos se encuentra en medio de una crisis orquestada, con una democracia en descomposición, con nacionalistas cristianos blancos utilizando la anulación del derecho al aborto como un medio para sus fines. Tras una filtración sin precedentes de un borrador de sentencia, por primera vez en la historia, los jueces de la Corte Suprema de la nación han decidido anular un derecho profundamente arraigado en el pueblo estadounidense. Al hacerlo, están acelerando la caída de fichas de dominó para diezmar la largamente sostenida separación de la Iglesia y el Estado y acelerando la criminalización de las personas de color embarazadas en toda la nación.