Las heridas han ido cambiando con el paso del tiempo. Ya no son las que se producen en el campo de batalla sino las ocasionadas por los zarpazos del desempleo, la soledad, la violencia de género, la vejez o la pobreza.
http://www.elmundo.es/solidaridad/2014/07/04/53b3ca3722601dc03b8b457a.html