En España, como en el resto de los países del Primer Mundo, parecía que estábamos a salvo de esa sinrazón. Pero no lo estamos. El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha remitido al Parlamento una propuesta de modificación de la Ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo que niega a la mujer la capacidad de decidir sobre su cuerpo. Como si no fueran las proteínas, el ácido fólico, el hierro y el calcio del torrente sanguíneo de la mujer lo que hace posible que surja y prospere una nueva vida.