La tecnología CRISPR-Cas, base de la edición genómica, podría traducirse en resultados con aplicación clínica en los próximos años, según ha explicado Jennifer Doudna, en Oviedo, donde recogerá el viernes, junto a Emmanuelle Charpentier, el Premio Pricesa de Asturias de Investigación y Científica y Ténica.