No supone el fin de la amniocentesis o la biopsia corial, pero puede evitar que estas pruebas de diagnóstico prenatal, que implican un riesgo de aborto de entre el 0,5 y el 1%, se realicen de forma innecesaria. Se trata de un simple análisis del ADN fetal presente en la sangre materna, hasta ahora muy difícil de aislar, que permite detectar las anomalías cromosómicas más frecuentes, entre ellas el síndrome de Down.
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/10/17/actualidad/1350484471_863109.html