Mientras se debatía si la canción de Shakira era o no feminista, el verdadero golpe al feminismo vino del Gobierno de Castilla y León. Quedará para siempre ese "no sé mucho de embarazos" de Juan García Gallardo, vicepresidente de Castilla y León por Vox, después de haber expuesto medidas para interferir en la libertad de abortar: escuchar el latido fetal o ecografías en 4D.