En las últimas semanas, el caso sobre Sinopharm y la “vacunación” irregular de funcionarios públicos, el equipo de investigación y su entorno cercano han llenado los titulares de periódicos y revistas, y hemos visto desfilar a varias de las personas beneficiadas por diferentes medios justificando sus acciones.
Las reacciones de rechazo frente a esto han sido masivas, y se ha hablado de coimas, favorecimiento indebido y corrupción de funcionarios, entre otros. Se ha dicho que se trata de faltas menores o, en todo caso, de faltas éticas que no generan mayores responsabilidades legales, específicamente penales. Por su parte, más de un abogado penalista ha señalado que, por el contrario, no se trata solo de faltas éticas menores, sino de la comisión de diversos delitos.