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La desigualdad de la mujer en el entorno científico, nuevo documento del OBD - COMUNICACIONS UB

18.11.2004

De entre la totalidad de catedráticos de las universidades españolas contabilizados durante el curso 2003-2004, sólo un 12,8% son mujeres. Dentro del ámbito de la búsqueda, el CSIC cuenta actualmente con una representación femenina del 15,4% entre sus profesores de investigación. Estos son algunos de los datos que se recogen en el «Documento sobre Mujeres y Ciencia» elaborado por el Grupo de Opinión del Observatori de Bioètica y Dret (OBD) de la UB, ubicado en el Parc Científic de Barcelona, en el que se hace hincapié sobre la desigualdad de la mujer en las actividades científicas, académicas y profesionales y donde se propugna una implementación y un mejor seguimiento de las normativas existentes para erradicar esta situación.

Presentación del documento a los medios de comunicación

El nuevo documento del Grupo de Opinión se ha hecho público hoy en una rueda de prensa en la que ha participado la directora del OBD María Casado y la coordinadora del trabajo y catedrática de Genética de la UB Roser Gonzàlez. Al acto también han asistido la catedrática de Antropología de la UB M. Jesús Buxó, la catedrática de Geología de la Universidad Complutense de Madrid y ex secretaria de Estado de Universidades y Búsqueda Carmina Virgili, y la rectora de la UPF Rosa Virós, todas ellas miembros del grupo de mujeres que han hecho sus aportaciones para la realización del documento.

El Documento destaca, en primer lugar, que la situación de discriminación de la mujer no se percibe como tal ni por muchas de las mismas interesadas ni por el conjunto de la sociedad. Según el documento, la declarada “igualdad de género”, que se reconoce a nivel jurídico y se propugna al mundo de la educación, dificulta, en la práctica, la percepción pública de la situación discriminatoria y enmascara una situación real de desigualdad y discriminación en el reparto de oportunidades y de responsabilidades.

Un problema añadido viene asociado al hecho de que es difícil poner de manifiesto la discriminación no sólo por la falta de accesibilidad a los datos –o incluso porque no los hay–, sino por la manera como se presentan, que a menudo dificulta la comprensión y limita el análisis comparativo. En este sentido, el OBD propone que se haga un seguimiento de las políticas de género que se instituyan y se verifique su cumplimiento.

Asimismo, se subraya que las leyes que tratan de disminuir esta discriminación no se cumplen. En este sentido, el documento señala que no sólo las desigualdades no han desaparecido en la Unión Europea, en España y en Cataluña, sino que incluso se observa un incremento de las prácticas efectivas discriminatorias. Para conseguir los objetivos de igualdad real, el documento destaca que hace falta aplicar e interpretar las normas ya existentes en el derecho desde una perspectiva de género adecuada, que contemple la conciliación real entre la vida profesional y familiar, las acciones positivas, la igualdad de trato y la participación equilibrada en la toma de decisiones.

El Documento exige, además de buenas prácticas individuales, la corrección de las estructuras que mantienen y reproducen la subordinación social de las mujeres. En este sentido, el Grupo de Opinión del OBD sostiene que si este cambio estructural no se afronta, la discriminación no desaparecerá, y las acciones positivas superficiales ayudarán a mantener y a encubrir la desigualdad. También cree que las políticas públicas para la igualdad pueden ser un peligro si no van dirigidas al núcleo de la discriminación, porque proyectan una imagen de cambio y de progreso que puede resultar una mera “operación cosmética”.

Aun cuando las mujeres constituyen más de la mitad de la población de estudiantes de licenciatura y el 55% de graduados de la Unión Europea, el Documento revela que la presencia femenina en los niveles superiores de la carrera científica es deficitaria. En este sentido, es relevante que el número de mujeres dentro de instituciones, de comités de política científica, de academias o colegios profesionales sea anecdótico. Por ejemplo, de un total de 672 miembros en nuevas academias reales españolas, sólo 45 son mujeres. De entre estas entidades, las reales academias de Jurisprudencia y Legislación, y la de Ciencias Morales y Políticas no tienen ningún miembro femenino; en cambio, la que cuenta con más mujeres es la de Doctores de España, donde hay 30 de un total de 287 miembros.

Delante de este contexto y con el objetivo de contribuir a crear elementos que orienten la política legislativa, su aplicación y la actuación de la Administración, el documento propone también reclamar la incorporación y el desarrollo de la normativa de la Unión Europea sobre igualdad transversal al ordenamiento jurídico español, puesto que aun cuando el derecho comunitario de cumplimiento obligatorio para los estados miembros está dotado de primacía y de aplicabilidad directa, en este ámbito se ignora.

Finalmente, recomienda conseguir el compromiso de universidades y de los centros de búsqueda a través de medidas como la introducción de políticas de igualdad no discriminatorias y cláusulas de género en los estatutos, la composición paritaria en los órganos de gobierno y de control, o la promoción de políticas internas, entre otros.

El nuevo documento del OBD, que ha contado con la colaboración de la Asociación de Mujeres Investigadoras (AMIT), la Asociación de Bioética y Derecho y la Fundación Dr. Antoni Esteve, se presentará oficialmente esta tarde a las 19 h en la Casa de la Convalescència del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (c/ Sant Antoni Maria Claret, 171, esquina Sant Quintí). El acto contará con la intervención de la profesora del Departamento de Biología Molecular y Genómica Funcional de la Universidad de Stockholm Neus Visa que pronunciará la conferencia “La mujer en el mundo de la ciencia: el modelo sueco”.