Chile - Hasta hoy las funciones de cuidado y no remuneradas, relacionadas fundamentalmente con el desarrollo de la familia, continúan siendo tareas asociadas a lo “femenino”, asumiéndoseles casi con naturalidad como un rol privativo de la mujer. ¿De qué manera podemos revertir esta situación democratizando estos espacios, permitiendo que sean compartidos entre hombres y mujeres?