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Proponen la limitación del esfuerzo terapéutico en los prematuros extremos - DIARIO MÉDICO

19.06.2009

Diario Medico - Barcelona - 19/06/09

El Grupo de opinión del Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona (OBD), que dirige Marina Casado, hizo público ayer un documento en el que propone que la limitación del esfuerzo terapéutico en las unidades de neonatología se considere buena práctica médica en algunos supuestos.

Los supuestos nombrados en el documento son: recién nacidos con prematuridad extrema, que no tengan posibilidades de sobrevivir a largo plazo; con enfermedades muy graves, que sufran sin posibilidad de aliviar su dolor con los conocimientos médicos actuales, o que requieran tratamientos intensivos continuados y tengan pésimo pronóstico con respecto a su calidad de vida, actual y futura.

Con este documento, que han coordinado Frederic Raspall, jefe del Servicio de Neonatología y Pediatría del Hospital de Barcelona, y Albert Royes, secretario de la Comisión de bioética de la Universidad de Barcelona y miembro del Comité de ética asistencial del Hospital Clínico de Barcelona, el OBD reabre el debate social sobre este tema, que plantea cuestiones éticas complejas y no cuenta con un marco legal que determine protocolos de actuación.

Hay que tener en cuenta que la tasa de prematuridad está aumentando (ya es del 7-7,5 por ciento en Europa) y que los tratamientos intensivos hacen posible la supervivencia de neonatos de 22 a 25 semanas de gestación, aunque con elevada incidencia de problemas crónicos de salud y de desarrollo neurológico.

El Grupo de opinión del OBD, una institución que está ubicada en el Parque Científico de Barcelona, recomienda que la limitación del esfuerzo terapéutico se practique cuando se cumplan estos requisitos: la máxima fiabilidad en el diagnóstico y en el pronóstico y, si es preciso, la consulta con otros equipos asistenciales (en especial de neonatología); el acuerdo con los padres del neonato, que tienen que recibir la información relevante sobre el caso "de manera suficiente, honesta y veraz", y han de dar su consentimiento explícito y por escrito; y en caso de decisión de limitación del esfuerzo terapéutico, acompañarla de las medidas más apropiadas para el control de síntomas y prevenir y suprimir el dolor y el sufrimiento que el neonato pudiese experimentar.

Prudencia en I+D

El grupo también sugiere que las sociedades científicas promuevan que se tengan en cuenta criterios de prudencia en la manera habitual de actuar, de forma que "la investigación del conocimiento y el deseo de innovación no pasen por delante de las expectativas realistas sobre la calidad de vida del neonato".

En cuanto a las autoridades sanitarias, y también a las sociedades científicas implicadas, recomiendan que lleven a cabo una labor de información objetiva y de amplio alcance sobre los factores de riesgo de prematuridad y sobre las posibles consecuencias en la calidad de vida futura de los recién nacidos. "Todo eso con la doble finalidad de, por una parte, prevenir el aumento de la prematuridad y, por otra, facilitar que tanto padres como profesionales que, en interés del neonato, tomen una decisión de limitación del esfuerzo terapéutico, tengan el necesario apoyo social y emocional de la comunidad", apuntan en el documento.