Investigadores del Reino Unido han observado que los jóvenes con problemas de conducta, como agresividad y comportamiento antisocial, tienen menos materia gris en la amígdala, la ínsula y la corteza prefrontal del cerebro, áreas relacionadas con la toma de decisiones y la empatía. Ahora su objetivo es ver si estas carencias están relacionadas con el ambiente al comienzo de la vida.