Peligroso. Escalofriante. Sin precedentes.
Estas son las palabras que usó el consejero delegado de Apple, Tim Cook, para describir la orden judicial exigiendo que su compañía ayude a que el Buró Federal de Investigaciones de EE.UU. (FBI) a acceder el iPhone de Syed Rizwan Farook, el asesino de San Bernardino.