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12 científicas del siglo XX. Rosalind Franklin y la doble hélice - EL PAÍS SALUD

12.04.2008

12 científicas del siglo XX

El País Salud, 12 de abril de 2008
Roser González Duarte

Rosalind Franklin y la doble hélice
Aportó evidencias sobre la forma que adopta el ADN

Rosalind Franklin (1920-1958) nació en Londres en el seno de una familia anglojudía conservadora y culta. Su padre defendía que las mujeres no debían realizar ninguna otra actividad que no fuera benéfica o social. Esta idea chocaba con la vocación científica de Rosalind Franklin, que después de largas y tensas discusiones con su padre logró su autorización para matricularse en el Newnham College de Cambridge, en 1938.

Rosalind Franklin se curtió en el ambiente duro del inicio de la guerra y aprendió a trabajar sola. Se graduó en 1941, y priorizando la ayuda a su país decidió trabajar en la Asociación Británica para la Investigación sobre la Utilización del Carbón. Descubrió su pasión por la cristalografía, presentó su tesis doctoral en Cambridge en 1945, y sus investigaciones son hoy una referencia obligada en su campo.

Cuando terminó la guerra, Rosalind Franklin se trasladó a París (1945-1950) para continuar investigando en el Laboratorio Central de Servicios Químicos del Estado. Iniciaba una nueva etapa y se sentía liberada del peso de los convencionalismos anglosajones. En París disfrutó de una vida profesional y personal intensa y realizó muy buenos trabajos científicos. En sus propias palabras, se sentía más “europea” que inglesa y, de hecho, la de París fue la época de su vida que siempre añoraría.

En enero de 1951, se incorporó a la Unidad de Biofísica del King’s College de Londres. El King’s era un centro de prestigio fundado por la Iglesia de Inglaterra, anclado en la más pura tradición británica y muy poco proclive a considerar a las mujeres científicas en pie de igualdad con respecto a los hombres.

Este ambiente tradicional y conservador del King’s, tan alejado del “liberalismo” francés, y la falta de empatía y complicidad con Maurice Wilkins, subdirector del equipo de Biofísica, fueron factores que condicionaron muy negativamente las relaciones entre ellos. La actitud hostil de Wilkins se explicaba porque el trabajo de Rosalind chocaba frontalmente con sus intereses y objetivos. A pesar de todo, ella inició con entusiasmo la instalación de un equipo nuevo de rayos X y optimizó el sistema de detección. Después, con la colaboración de Raymond Gosling, obtuvo unas imágenes excelentes de difracción de rayos X sobre fibras de ADN, los patrones más nítidos obtenidos hasta el momento que disipaban ambigüedades anteriores y demostraban que la molécula estaba formada por dos cadenas antiparalelas que se plegaban formando una doble hélice.

Precisamente, al mismo tiempo, Watson y Crick, en el Laboratorio Cavendish de Cambridge, estaban construyendo un modelo sobre la estructura delADNy no disponían de una evidencia experimental directa a favor de una doble hélice. La amistad entre Wilkins y Watson hizo el resto. Las imágenes que validaban el modelo se consiguieron a espaldas de su autora y gracias a la complicidad de Wilkins.Nosólo eso, se minimizó posteriormente su trabajo al no hacerla constar como autora en el conocidísimo trabajo sobre la estructura del ADN, publicado en la revista Nature en 1953.

Finalmente, la concesión del premio Nobel a Watson, Crick y Wilkins (1962) por este descubrimiento no ha estado exenta de polémica, especialmente respecto a Wilkins. Teniendo en cuenta que el máximo número de galardonados es tres, es muy probable que ella no hubiera sido nominada. Sin embargo, esta alternativa no se pudo ni tan siquiera considerar, Rosalind Franklin había fallecido en 1957.

Perfil resumido del que se incluye en el libro Doce mujeres en la biomedicina del siglo XX, editado por la Fundación Dr. Antonio Esteve (2007) y de acceso libre en www.esteve.org. Se pueden solicitar ejemplares impresos gratuitos al correo electrónico fundacion@esteve.org.